El reloj suena a las 7 de la mañana, mas o menos el dia anterior ya me he dejado todo medio preparado, me visto, me lavo, saco a la Llana a hacer sus necesidades, y aprovecho para saber que frio hace, miro hacia el cielo y preveo que no va a llover, como la salida es en Aiguamurcia ( justo al lado de Santes Creus) y nos va a tocar subir, creo que el viento va a ser frio, por lo que me llevo las dos chaquetas y ya decidiré.A las 8 Xavi, mi hermano y Carlos ya me esperan, cargamos las bicis y hacia el punto de encuentro, hemos quedado a las 8,30 h. y por el camino nos vamos encontrando con los otros compañeros.
En principio voy tranquilo, pues tanto Ciscu como Xavi están tan convalescientes como yo de sus operaciones de rodilla ( vaya pandilla!!) por lo que me supongo que el ritmo no será estresante. Si que es verdad que quien peor lo lleva soy yo, pues no acabo de recuperarme y tengo bastantes dolores, pero sobre todo para caminar, en bici es soportable. En total somos 8 bikers, ya nos conocemos todos, y empezamos mas o menos puntuales a pedalear. Llegamos a Masbarrat y seguimos por unos bonitos caminos hacia Pla de Manlleu, el paisaje es fabuloso,...las subidas también llevamos 10 km. y no hemos parado de subir, el gps me marca ya 400 m. de desnivel, y yo que me pensaba que sería una vuelta para estirar las piernas y hacer hambre para los calçots.
Por aqui apenas pasa nadie, no nos cruzamos con ningún biker, yo normalmente voy el último, no voy cómodo, sobre los 15 km. viene a mi mente aquella pregunta que nos hacemos cuando no vamos bien..." que hago yo aqui, quien me manda levantarme de la cama" pero sigo, la rodilla se queja, y la rueda de atrás parece que se pegue al suelo y no me deja avanzar, hoy no es mi dia, el cambio me falla de vez en cuando, me llora un ojo,....... todo por una calçotada... menos mal que acaba bien!!Por fin llegamos a Pla de Manlleu, allí paramos para recuperar energias. Joan Roset nos explica la historia de Selma, el próximo pueblo que vamos a visitar, mientras vamos comiendo. Aunque por las preguntas que le voy haciendo después se dá cuenta que apenas le he hecho caso pensando en mi rodilla y en lo mal que voy hoy.
Volvemos a ponernos en marcha y vuelven las subidas, exactamente 5 km. de buen desnivel, pero el paraje merece la pena,llegamos a Selma y visitamos las ruinas de este pueblo abandonado pertenenciente al siglo X y que está enclavado en lo alto de la montaña, apenas se aguantan algunas paredes de diferentes casorios, el campanario, el cementerio.
Resulta que los vándalos también pasan por aqui, pùes les debe molestar que la gente paseen por estos lares y encontramos la señalización por los suelos, una pena.
Después de un rato de descanso y de hacer tiempo visitando el pueblo volvemos unos pasos para atrás para coger el camino hacia Santes Creus. En ese momento me retraso un poco y pierdo de vista a mis compañeros en un cruce de caminos. Me entran todas las dudas y empiezo a seguir la pista de las huellas de las ruedas, al final doy con el camino correcto y me encuentro de frente con Goyo y Joan C. que vienen a buscarme, menos mal, pues se suma a mi desgracia del dia que me he dejado el móvil en casa.
Quizás el hecho de que la próxima parada será en Santes Creus-Aiguamurcia me da alas para seguir...ya no me pierdo mas, ya sigo con mis compañeros, en fin, ahora vendrá la parte buena, la de sentarnos a la mesa y disfrutar de la calçotada. A las 13,15 llegamos al aparcamiento de coches, sin más novedad, nadie ha pinchado, nadie ha caido, bien está lo que bien acaba. Al final 38 km. y 800 metros de desnivel positivo, no está nada mal.
Una vez hechos los estiramientos pertinentes, nos acercamos a Ca La Sió, un hotel rural pequeñito pero muy coqueto en la que apenas veo nuestra mesa ( para 10 personas) y dos mesas mas, mientras vamos aseandonos un poquito nos tomamos unas cervecitas y aplacamos nuestra sed, hablamos de la ruta que es muy bonita y que seguro que repetiremos ( yo particularmente espero que en mejores condiciones físicas). Mientras esperamos entra una mujer que pide una calçotada, la camarera le pregunta que para cuantas personas y ella dice que ...para una, nosotros nos miramos y yo particularmente pienso que nunca había oido de nadie que fuera a hacer una calçotada sola, los demás comentan lo mismo. Creemos que quedaba muy feo que habiendo 9 personas en una pequeña sala no la invitaramos a nuestra mesa, lo hacemos y nos agradece la invitación, como es sevillana y está visitando la Ruta del Cister no conoce lo que es una calçotada y le explicamos que ante todo es una comida social, en la que te ensucias las manos, hablas y te ries con la compañía, no podiamos dejar que se llevara la idea de que tan solo es comer unas cebollitas dulces con una salsa, porque eso es lo que se pensaba, que después estan las alcachofas, las patatas al horno, las costillas de cordero, la llonganiza y las butifarras negras, los fasols ( las judias blancas), la naranja, el pastis, los cafes y los chupitos. Ideal para seguir una dieta.
A Rosa (que así se llama esta mujer sevillana), le enseñamos a pelar el calçot y a mojarlo en la salsa romesco, esperamos que le gustara y que nos haga buena propaganda en su tierra.
Pues no está nada mal que por el precio de una calçotada te pongan en la mesa la comida, la bebida y ocho tios hablando de bicicletas, de Sevilla y de Tarragona. La verdad es que esperamos que lo haya pasado bien. Y comiendo y bebiendo se nos hacen casi las17 horas, es la hora de los adioses, la ruta ha estado muy bien, en algunos casos durilla por las cuestas pero mejor nos ha sabido la comida y el rato de descanso, esperamos volver a vernos pronto y disfrutar de la compañía de todos.
las fotos son el mero hecho de lo bien que lo habeis pasado...saludos desde el maresme.
ResponderEliminarLo bueno se hace de rogar,no se si atí te pasaría,pero yo cuando estaba en la mesa comiendo con los amigos ya no me acordaba de lo duro de las cuestas,como bien dices bien está lo que bien acaba,un saludo
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